Nacida en el Barrio de King, un guetto de Portland en Estados Unidos, e inspirada por la música del celo Chino Yo Yo Ma, Esperanza Spalding sabía desde muy pequeña que su vocación se encontraba en la música, y aún tenía más claro que lo suyo sería el Jazz.
Algo renace dentro de tí cuando escuchas por primera vez a Esperanza Spalding.
Es esa sensación cálida, que te envuelve y te llena de vida, que despierta la parte gentil que hay en cada uno de nosotros.
Esperanza Spalding es Jazz, es el nuevo Jazz.
Su música es el mejor ejemplo de cómo suena algo que sale desde lo más profundo del alma, y fluye llevando tras de sí un halo de delicada y elegante autenticidad.
Su currículum es impresionte, con 16 años y cuando apenas llevaba un año tocando, fue la estudiante de contrabajo más joven becada por la Universidad de Portland, y con 20 ya era profesora de la Berklee College of Music de Boston, convirtiéndose así en la instructora más joven de la historia de esta prestigiosa institución.
Sin embargo, Esperanza Spalding no sólo es bajista, sino que su melodiosa voz es otro de los grandes factores que hacen de esta mujer la gran promesa del jazz actual. Imagina que coges las voces de Billie Holiday y Aretha Franklin; el ritmo de Miles Davis; la fabulosa interpretación de Chick Corea y lo metes en el cuerpo de una amazona con el pelo afro. Eso es Esperanza Spalding.
La discografía de Esperanza Spalding es reducida, sólo ha grabado tres discos en estudio hasta el momento en solitario: Junjo (2005), Esperanza (2008) y Chamber Music Society (2010). Sin embargo, esta mujer tiene una larga lista de colaboraciones con la flor y nata del jazz. Desde Stanley Clarke hasta Bobby McFerrin han querido sentir la sensación de tocar con Esperanza. Y no es de extrañar.
Así que estamos ante la que puede ser la incorporación musiquiátrica con el futuro más prometedor de cuantos han entrado hasta el momento por las puertas del Musiquiátrico. Una auténtica joya para los oídos y las mentes de todos los musicópatas que saben disfrutar de su momento de relax.
Y nos despedimos, como no, con la Esperanza de que pronto estrene nuevo trabajo y que venga a presentarlo cerca de los confines del Musiquiátrico.
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