El Musiquiátrico, representado en el epidémico festival gaditano
Bajo un Lorenzo de injusticia, y con los aviones de la base yanki sobrevolando cual nazgul el cielo de Rota, musicópatas de toda procedencia, sintomatología y condición se dieron cita los días 13 y 14 de julio en el municipio gaditano. El objetivo, disfrutar del Al Rumbo 2012 y su variada propuesta musical y olvidar mediante la música, el ambiente y la automedicación propia de los festivales la dura realidad. Y aunque fuese difícil conseguir algo de sombra, puede decirse que los asistentes, al igual que el equipo médico enviado por El Musiquiátrico, lo logramos. Vaya que sí.
Así, después de que Deep End y Sonido Vegetal se hubieran encargado de abrir el fuego e ir calentando a la asistencia (caliente ya, como hemos dicho, por todo lo que conlleva un festival y las altas temperaturas) antes de que hicieran su aparición Hora Zulú. Musicopatía teñida de compromiso, solvencia y entrega en un escenario que tardaron poco en hacer suyo para embriagarnos con su vírico “repertorio de canciones tristes”, mostrar los temas de su nuevo disco y sacar lustre a sus clásicos entre alguna mención a la deleznable Fabra.
Tras la banda granaína, llegó uno de los momentos más esperados de la noche, la presencia de El Canijo de Jerez en solitario tras la disolución de Los Delinquentes. Uno de los artífices de esa sintomatología denominada sonido garrapatero que se repartió el tiempo a pachas con el inclasificable Tomasito, cuyo arte y personalidad deben ser estudiados por un amplio abanico de expertos que transitan en campos como la parapsicología, la física, el flamenco o el jazz. Pero vayamos por partes.
Volviendo al análisis de El Canijo de Jerez, cabe señalar que, al menos por lo mostrado en Al Rumbo, su propuesta no se desvía demasiado de la de la ya mítica banda jerezana. En los cuatro o cinco temas inéditos que mostró, demostró seguir por la senda de la rumba con letra desenfadada, así como con el rock sureño, aunque probablemente sea aún temprano para sacar conclusiones sobre esta nueva etapa. En cualquier caso, no desentonó, lo mismo que ocurrió con «La primavera trompetera«, muy propia para la cita, que usó para dar paso a Tomasito.
Éste salió como un ciclón y «De momento» dejó claro con este tema de qué iba a ir el concierto. Alegría, movimiento, loas a nuestro farragoso estado mental y al suyo e incitaciones a mantenerlo sin dejar de bailar. Prueba superada con cortes como la nueva «Soy un limón«, «Camino del hoyo«, «Oh mare» o su aclamada versión «Back in Black«. Al final, de nuevo salió El Canijo para, junto a un Tomasito ya en calzoncillos e incapaz de parar quieto, rematar con algunos de las canciones que hicieran juntos en el último trabajo de Los Delinquentes.
A continuación llegó el turno de Canteca de Macao, firmes en su multicultural y obsesiva propuesta y cumplidores tanto en transmisión como en hacer bailar a un público que los recibió como merecen y rabió cuando, para cerrar su actuación, aparecieron de nuevo los protagonistas del concierto anterior para marcarse un tema entre todos. Por su parte, Rapsusklei & The Flow Fanatics tampoco decepcionaron y, con bases de calidad y aptas para todos los públicos, proporcionaron su dosis a los numerosos fieles del Hip Hop que acudieron a la cita.
Finalmente, otros que tampoco desaprovecharon su presencia en Al Rumbo 2012 fueron La Pulquería, justo lo que necesitaban los adictos al baile que, por unas u otras razones (no siempre hay que malpensar en términos patológicos) no habían tenido suficiente con lo anterior. En cuanto al cierre del primer día de festival, propicio para una ración electrónica con la que dejar el cuerpo en standby antes de intentar dormir y un buen sustituto de esas raves que tanto nos gustan, corrió por cuenta de Dub Explosion y Pinsho.
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