Faith No More, la vitalidad del "polvo de ángel" a través del tiempo
Ago09

Faith No More, la vitalidad del "polvo de ángel" a través del tiempo

Ocurre que todo en esta vida envejece, desde los ideales al sentido común, pasando por las tendencias y modas, hasta aspectos de la cultura popular (y no tan popular), inclusive la música. Existen álbumes a los que el tiempo no favorece, encontrando su lugar en un estante lleno de polvo o en el antiguo tocadiscos del geriátrico de turno. En la otra mano, están los discos atemporales que escapan al enmohecimiento, aquellos que transmiten y se sienten como algo fresco, vigoroso y lleno de rebosante energía; es entre esos lp’s dopados de vitalidad donde se halla «Angel Dust», segundo larga duración con Mike Patton, cuarto de la carrera de los californianos Faith No More. Precursores y catedráticos del rock/metal alternativo, de la mezcolanza de estilos más loca y desquiciada que abriría las vías a innumerables artistas underground, grupo ecléctico y epiléptico donde los haya, Faith No More parieron una de las obras más carismáticas, cuidadas y redondas de las tres últimas décadas. Del rock al funk, añadiendo a la mixtura metal, hip-hop, música de salón y folk, estos cinco colgados se desmarcaron de la mayoría de sus coetáneos haciendo que sus canciones fueran un plato a degustar diferente al anterior. La catarsis de «Midlife Crisis», la esquizoide «Jizzlobber» o los devaneos sexuales en «Be Agressive» tienen como contrapunto la versión de The Commodores de «Easy like Sunday morning» y el cover de la canción de apertura de la serie televisiva Midnight Cowboy. Como si un caso de bipolaridad extrema se tratara, el grupo salta de un estado de enajenación transitoria a una tranquilidad inusitada en la misma canción con total soltura. Un viaje para aquejados de desorden de personalidad o para personas amplias de miras y ávidas de adrenalina con gotas de...

Leer más
La Suite F, «Diamantes Brutos» de rock fusión
Ago08

La Suite F, «Diamantes Brutos» de rock fusión

Si el destino existe, no seré yo quien lo ponga en duda, es el culpable de la unión de estos 4 individuos no siendo fruto de la casualidad. 4 estilos de vida, 4 formas de ver la realidad, 4 maneras de sentir, 4 almas inquietas avocadas a convivir en un mundo que devora «mentes privilegiadas» cada vez que hace un giro sobre su propio eje. 4 elementos asociados con uno de los más grandes inventos del siglo XX, el Rock. Todo esto está plasmado en su álbum debut titulado «Diamantes Brutos»; funk, hip hop, drum & bass, soul, jazz,… Pero es el Rock el que marca el devenir musical de La Suite F y funciona como nexo de unión entre sus miembros. Carla, Antonio, David, Raúl, son nombres que todos hemos escuchado alguna vez, pero nunca juntos. Ahora es el momento de poder escuchar esta conjunción en temas como «Inmolación», «Ovejas Negras» o «Jesucristo En Patines»; tres de los 10 cortes que componen «Diamantes Brutos» y que no dejará a nadie indiferente. Si por algún casual no has podido escuchar alguno de estos temas sabrás de lo que te estoy hablando. Información enviada por: La Suite F | Ir a la celda de La Suite...

Leer más

Benardine Pussy, rock rabioso y desafiante desde el desierto

Pesadillas musicopáticas en el corazón del rock español más auténtico y ecléctico Desde Almería nos llega una partida de fanáticos rockanroleros sin fecha de caducidad pero cuya ingesta musicopática en dosis muy concentradas de espectaculares directos, puede ocasionar elevados niveles de neurosis colectiva y severas adicciones a todos los principios activos básicos del puro y crispado rock en castellano. “La Pussy esencia” origina daños sensoriales de gran intensidad que nos retrotraen a ruidos verdaderos de otras épocas, aunque de actualizada ansiedad sonora sin curación. Nos referimos a un cuarteto almeriense dotado de un veneno irracional y espontáneo para el desarrollo de un rock de casta y vieja escuela, nada lógico ni previsible en jovencitos de su generación. Ico en la batería, César al bajo, Alberto Tonda a la guitarra y el perro loco de Pedro con la voz y las letras: Benardine Pussy. Ya en sus inicios, hace tres años, ganaron el Tuencajas 2009 y más tarde fueron finalistas del Belladurmiente y el Rockinlei, a base de genio y energía chulesca que bien podría adjudicársele a los mejores Buenas noches Rose de Alfa, Piñol y compañía. Es fácil desde su juventud señera, presumir de influencias variopintas que transcurren entre Jimmy Hendrix, Red Hot Chili Peppers, Camarón, U2, Lola Flores, Rage Against The Machine, Los Suaves y no sé cuántas paranoias más. Pues bien, cuando los escuchas no tienes más remedio que reconocer la mayor. Disco «Benardine Pussy» por vía ótica Su primer y único disco hasta la fecha titulado “Bernardine Pussy”, fue grabado en 2010 por Raúl Parra en Fusiblestudio y contó con la creación artística y el  inestimable diseño de Juan Cambre. Suponemos que fueron las ganas y la ansiedad del debut, lo que cuajaron un repertorio rockero tan polivalente y variado, como sus propias pesadillas musicopáticas que abarcan desde los brillantes años 70 hasta los bien escogidos retazos noventeros y posteriores. Los diez temas del disco tocan con coherencia y una vehemencia musicofebril desde el Metal de bases contundentes al Blues claramente entroncado en la órbita del jazz, desde las raíces culturales sureñas al Rock setentero más directo e impactante, un Hardrock vivo y dinámico al lado de ritmos Funk epidémicos, efectivos elementos de Pop progresivo junto a Pop guitarrero de evidente oscuridad. Resultado final, no obstante, arraigado al equilibrio, la vivacidad y la frescura del Rock puro y en español. No hay más que psicoanalizar detenidamente su efectividad en directo para constatar que sus sonidos ganan dimensión, desarrollo y contagio. “Materia gris”, “Jugando con la razón”, “El niño de la luna”, “Bso”, “Pronóstico: muerto en vida”, “Como si lo fuese”, “Rastros de alas”, “Perder y ganar”,...

Leer más

Éxitos de Sex Pistols por los PUNK ROCKERS: Curiosidades musiquiátricas añejas

La incunable y proscrita aberración de los Punk Rockers bajo análisis musiquiátrico Siempre se nos ha dicho que la realidad supera la ficción, pero pocas veces ocurre algo así. Cuando ocurre, los seguidores de la disciplina musiquiátrica (la ciencia que estudia y rastrea en los límites de lo inaudito, en los de la percepción casi, las manifestaciones más bizarras de la música universal) nos ponemos en marcha. Hoy traemos una curiosidad putrefacta y excelsa. Y añeja, muy añeja. En 1978, en los peores puestos del Rastro madrileño, una mañana de domingo de sol o de lluvia, apareció un extraño vinilo a todas luces pirata: en la portada se ve a una chica con gorra motera y chupa motera. Los pantalones aportan el toque más lumpetario. Su expresión es presuntamente mala, pero infantil en el fondo. Arriba, está escrito: Los éxitos de SEX PISTOLS. Y más abajo, en un  amarillo que chilla, literalmente: por los Punk Rockers. El punk se superaba a sí mismo, se copiaba y se pirateaba y era distribuido los domingos de sol o de lluvia en el Rastro. Mutaba, se desubicaba en los callejones. Se convertía en un primigenio fantasma de Teddy Bautista. Si las canciones de Rotten, Vicious y compañía suenan ya de por sí bastante chistosas, estas versiones llevan a la carcajada espasmódica. Escuchar el disco es risión cumplida, que dirían Mamá Ladilla. El inglés macarrónico y casi dadaísta del cantante -expelido absolutamente a pelo delante del micro-, y sus gritos de rata atropellada por el camión de la lavandería, armonizan -es un decir- con el ritmo cutremente acompasado de los temas, un tanto más lentos que los originales. Las preguntas son múltiples y variopintas: de dónde venía aquel engendro, quién lo había editado, dónde y cuando (en un momento anterior a 1978, sólo sabemos eso), cuántas copias se hicieron, quién había puesto el hipotético dinero, y sobre todo, quiénes eran los músicos que se escondían (y tal vez no solamente de forma metafórica) detrás de aquello. A este respecto, en los mentideros de la historia se ha dicho que los personajes reales que estaban tras éstos anónimos Punk Rockers no eran otros que los componentes del mítico grupo Asfalto, aquella seminal e inolvidable banda del rock progresivo ibérico, que tal vez un domingo de resaca llegaron a grabar esta incunable y proscrita aberración. ¡Sonido precario 100% vinilo!, ¡ripeados por dios sabrá quien!, ¡al asalto de la red de...

Leer más
De lo brillante, moderno y nuestro: Huellas flamencas de Jorge Pardo
May13

De lo brillante, moderno y nuestro: Huellas flamencas de Jorge Pardo

· Recetario musiquiátrico de Jorge Pardo en su disco ‘Huellas’ Hace ya varias semanas que el nuevo disco de Jorge Pardo, Huellas, lleva puesto en circulación por lo que, en situaciones normales, ya nos habría dado tiempo de pasar revista a este lanzamiento discográfico en algunas de las consultas del Musiquiátrico. Pero no estamos ante un disco normal, del que en un par de escuchas te puedas llevar ya la idea de por dónde van los tiros. Nos encontramos ante una obra importante, en un paso más en el camino que el maestro Pardo, con sus flautas y saxos al hombro, recorre hacia el futuro de dos tradiciones musicales -las del flamenco y el jazz-. Dos estilos, sin duda, diferentes, pero amalgamados y unidos ya irremediablemente por una generación de valientes de la que Jorge Pardo se ha convertido, por méritos propios, en el máximo representante.   El disco se ha creado a partir de un fuerte anclaje flamenco, dónde el compás se impone para después volar libre hacia el terreno jazzístico, con los vientos (flautas, saxos, fiscorno, trompeta, etc) entretejiendo melodías de extraordinaria vitalidad, algo a lo que ya nos tiene habituados Jorge Pardo desde hace muchos años. Desde los viajes de ida y vuelta con Carles Benavent y Tino Di Geraldo hasta las escapadas con Chick Corea, pasando por grabaciones y proyectos que ya son leyenda, como ‘Mira’, ‘Jazzpaña’, ‘Vida en Catedrales’ o los más recientes ‘Vientos Flamencos’. Pero como los genios casi siempre nos sorprenden, ‘Huellas’ introduce variantes a la fórmula magistral conseguida a lo largo de todos estos años de música. En sus 18 cortes (se trata de un disco doble, algo poco habitual tratándose de material musical nuevo y no de un “Grandes Éxitos” o similar) encontramos nuevos timbres sorprendentes, como la marimba o el vibráfono, que dotan a muchos temas de una sonoridad verdaderamente vanguardista, sin perder por ello -y esto es lo increíble- el deje flamenco. Y es que el nuevo disco de Pardo suena a la vez avanzado y tradicional, vanguardista y autóctono. La etiqueta de “fusión” se desdibuja a medida que se avanza en la escucha: ‘Cora Cora’, ‘Faro’, ‘Surcos’, ‘Sanlucar-Mojácar’ cobran personalidad propia, dejando fuera si son flamenco-jazz, jazz-flamenco o todo lo contrario.   La forma en la que el disco se ha “cocinado”, en ausencia de un estudio fijo y “autoeditado” por el propio Jorge Pardo, también ayuda a entender el desarrollo final de los temas. Más de un año de trabajo de composición y arreglos y sobre todo, la inestimable colaboración de gente como el percusionista Marc Miralta, tocaores de la talla de Tomatito, Josemi Carmona y...

Leer más
-
-
Ir a la barra de herramientas