Tomatito | La última leyenda del flamenco
Dic06

Tomatito | La última leyenda del flamenco

Más de 100 años llevan los flamencos oyendo el nombre de  «Tomate«,  una de las mayores estirpes de guitarristas que ha visto este planeta. Iniciada a principios del siglo pasado por su abuelo Miguel Fernández Cortés «El Tomate«, seguida por su tío «El Niño Miguel«, y su padre José «El Tomate», José Fernández «Tomatito», responde a la tercera generación de guitarristas flamencos, y por suerte para todos, ya sabemos que no será la última, pues su hijo José «Tomatito hijo», con sólo 15 años sigue muy de cerca los pasos de su padre y del resto de su familia. Sólo su nombre ya nos transporta a otros tiempos, cuando el flamenco se tocaba y se cantaba en ventas y cantinas, como la Venta Vargas en la isla de San Fernando, o Los Gallos en Sevilla. Tiempos en los que el flamenco era como una religión para los flamencos, intocable, puro y con unas largas raices que se perdían en la estrecha senda del tiempo. El «Tomate»  a todo le sienta bien. (O como decía Camarón: La virgen hizo una sopa y no le echó Tomate…  y San José le decía si la pruebo que me mate). Tomatito se ha sentado con su guitarra al lado de los más grandes del Flamenco, el primero, Camarón, al que conoció con 15 años y con el que estuvo hasta su último concierto, y tras él, una larga lista de grandes cantaores como Enrique Morente, Vicente Soto «Sordera», Chano Domínguez o Juan Habichuela, por numerar a algunos, además de haber tocado mano a mano con los mejores guitarristas flamencos de este país, como Paco de Lucía o Raimundo Amador. Sin embargo, aunque las raíces y la pasión por el flamenco de Tomatito son más que evidentes, él nunca ha perdido el afán de investigar la música en toda su magnitud y por eso se acercó a otros estilos, completamente dispares, pero no tan alejados del duende del flamenco como pueda parecer en un principio. En el año 2000, se fusionaron guitarra y piano, es decir Tomatito y Michel Camilo, en un proyecto del que ya hemos hablado en el Musiquiátrico, Spain, que fue el que le abrió las puertas del Jazz y con el que consiguió un Grammy al mejor álbum de Jazz latino, poco más tarde, se volvieron a reunir para sacar a la luz una segunda parte, Spain Again. Su último trabajo es una nueva evolución del flamenco, un acercamiento hasta la música sinfónica, acompañado por Josep Pons y la Orquesta Nacional de España, donde la guitarra de Tomatito y los cantes flamencos se fusionan con la percusión, los vientos y las...

Leer más
Festival Castillo del Cante de Ojén – Crónica (Parte II)
Ago12

Festival Castillo del Cante de Ojén – Crónica (Parte II)

Tras el cantaor onubense, llegó el turno de La Lupi, con un grupo formado en esta ocasión por el tocaor Curro de María, el violín de Nelson Doblas, la percusión de David Galiano y el cante de Antonio Núñez “El Pulga”. La bailaora, que ha venido acompañando durante la gira de “ArteSano” a Poveda, no defraudó y cautivó a la asistencia con una original, aunque no exenta de tradición y dramatismo, interpretación del verdial por serrana. Finalmente, apareció Miguel Poveda sobre las tablas con el consiguiente entusiasmo de los musicópatas que poblaban el patio del colegio. Arrancó, como lo hemos visto hacer otras veces, con una toná que, además de deleitar, hizo que el silencio se extendiera para dar paso al cante, a los suspiros y al tintineo de algún pelotazo. Acompañado por las guitarras de Bolita de Jerez y Jesús Guerrero, la inestimable aportación de Luis Cantarote y Carlos Grilo en los jaleos y palmas y Paquito González a la percusión, la actuación del catalán fue ni más ni menos que pura reivindicación. De cantes, de cantaores y de lugares imprescindibles para el flamenco. Y también de conciliación y profesionalidad. Es por ello que monstruos como Enrique Morente, Camarón, Pencho Cros o Bambino, autores como Rafael de León, y sitios que van de Triana a Jerez, asomaron en la soleá, los fandangos, las bulerías al golpe o el cuplé por bulerías. También apareció, aunque esta vez físicamente, La Lupi para dejar impronta de su arte en tangos y alegrías. Para concluir, Poveda requirió la presencia de Arcángel a fin de abordar la soleá apolá «Con-Vivencia«, con la que ambos, como dijeran durante la velada, pretendían acallar del todo cualquier tipo de habladuría sobre su relación. No obstante, el verdadero cierre llegó con los dos cantando por bulerías de nuevo junto a La Lupi y poniendo de pie al público, al que sin duda se ganaron a pulso entre todos. Ir a la 1ª Parte: «Crónica del Festival Castillo del Cante de Ojén» Fotografía: José Prieto...

Leer más
Festival Castillo del Cante de Ojén – Crónica (Parte I)
Ago10

Festival Castillo del Cante de Ojén – Crónica (Parte I)

Ni para ver a Camarón de la Isla se formaron en Ojén las colas que, el pasado sábado 4, animaban los alrededores del C. P. Los Llanos para acceder a la 38ª edición del Festival Castillo del Cante del municipio malagueño. Es innegable el tirón de Miguel Poveda, principal protagonista de la velada junto a Arcángel y La Lupi, lo mismo que la tradición y el encanto de la cita, cuestión que tampoco debemos obviar. Así, alrededor de un millar de musicópatas adictos al cante jondo aguardaban con expectación el cambio de formato del festival, que por otra parte aprobó con nota, aunque está claro que nunca llueve a gusto de todos y hay quien hubiera preferido algo más de tradición a la hora de elegir a los tres artistas que, frente a los cinco o seis de antaño, acudieron a Ojén. De cualquier manera, en lo que coincidió la mayoría del respetable, cosa nunca vista en un festival flamenco por el que prescribe, fue en ponerse en pie y prorrumpir en un sonoro abucheo cuando el inefable Salvador de la Peña iba a pronunciar los nombres del alcalde y los consejeros de la Junta que en teoría nos honraban con su presencia. Posteriormente, el equipo médico enviado por El Musiquiátrico tendría ocasión de recordarles cuán tristes son con la complicidad de las viejas del pueblo, eterna fuente de sabiduría y exponentes del hartazgo general en que vivimos. La noche arrancó del mismo modo que terminó. Miguel Poveda y Arcángel salieron juntos a interpretar un martinete marcadamente morentiano, dejando constancia de que la influencia del maestro y su legado no sólo permanecen sino que van en aumento. Con una base hecha con programaciones, algo que pudo extrañar a más de uno, los dos rompieron el hielo y dejaron entrever los derroteros por los que transcurriría la cita. El primero en salir fue Arcángel, escoltado por las guitarras de Miguel Ángel Cortés y Dani de Morón, la percusión de Agustín Diassera y los coros y palmas de Los Mellis. Como siempre, demostró maestría en los distintos estilos de fandangos, a los que parecen adaptarse mejor los juegos vocales y coros que el onubense emplea en su propuesta musicopática con la colaboración de los hermanos Antonio Lucas y Manuel Jesús Saavedra. Entre otros cantes, Arcángel se empleó a fondo con serrana, tangos y bulerías, destacando especialmente la seguiriya y cabal que bordó al quedarse sólo sobre las tablas junto a Dani de Morón. Tras un descanso propicio para un duelo de guitarras entre sus dos acompañantes, Arcángel volvería al ataque cantando por bulerías al golpe, unas alegrías con un arranque cuasi...

Leer más
Hora Zulu – Siempre Soñé Saber Sobre Nadie Negó Nunca Nada – Crítica
May18

Hora Zulu – Siempre Soñé Saber Sobre Nadie Negó Nunca Nada – Crítica

· Quinto trabajo de estudio de los que fueran abanderados del rap metal español A pesar de que la obsesión constante de un músico es superarse con cada obra creada, hay veces que el listón que marca la genialidad del primer trabajo es casi imposible de superar. O al menos así hay muchos que lo creen. Algo parecido les pasa a Hora Zulu. Tras una década subidos a los escenarios y cinco discos publicados (‘Siempre Soñé Saber Sobre Nadie Negó Nunca Nada’ supone el quinto), el mayor enemigo que se han encontrado por el camino es el monstruo llamado ‘Me Duele de Decirlo’, contra quién no pararon de luchar hasta que consiguieron aprender a convivir con él. Y con ese espíritu parece nacer este nuevo disco de Hora Zulu, sin ninguna intención de competir contra los anteriores, pero sabiendo que no puede permitir que ninguno le mire por encima del hombro. Lo único reprochable son los cuatro interludios con los que cuenta el disco. Cortes homenaje a grandes maestros como Enrique Morente, Carlos Cano, Rafael de León y Emilio ‘El Moro’ pero que cortan un poco el ritmo del disco. Pero, aún así, es de honrar que sean capaces de acordarse de grandes musicópatas de otros géneros tan dispares. Con el interludio a ‘Don Enrique’ comienza el disco, para dar paso a ‘Mis Barraqueras’, una canción con un principio al más puro estilo Hora Zulu, con el sello inconfundible de Paco Luque a la guitarra y una de las que puedan tener una más rápida aceptación entre los no iniciados. Y ya podemos empezar a descubrir el carácter introspectivo que marcan las letras de Aitor Velázquez en este brote musiquiátrico. Un halo de oscuridad da comienzo a ‘Gabinas de Cocheros’, un medio tiempo asequible para raudos rapeos de antaño, pero que Aitor no aprovecha. Demostración de que no es un disco más al uso, sino que es fruto de un arduo trabajo que marcará una época en el sonido de la banda. Sirenas anuncian el comienzo de ‘Que La Tierra Te Sea Leve (S.T.T.L.)’, y no anuncian otra cosa que la contundencia de la batería de Javi Cordovilla. Un batería siempre genial y único en la capacidad de no adornarse más de lo necesario, pero completar la canción a la perfección. Además, como siempre, el pequeño guiño a los sonidos árabes que siempre realizan los de la ciudad de La Alhambra y el sonido de las guitarras flamencas entremezclándose con los punteos imposibles de Paco Luque. Y llega la calma con una de las que para nuestro equipo de Doctores es la sorpresa del disco: ‘Crom en su montaña’....

Leer más

Eclipse parcial de lunas: Quäsar, del Punk al Cosmos

· La banda granadina de punk Quäsar provoca un Eclipse parcial de lunas en las consultas del Musiquiátrico El quinteto granadino Quäsar, antes Exxon Valdez, reúne en sus filas a reputados musicópatas de conservatorio junto a otros con amplia experiencia en las tablas del Punk Rock español. Así, cuentan con Jesús Arias en la guitarra y Ángel Doblas al bajo -ambos miembros de TNT, grupo seminal Punk de los 80, del que aún nos viene a la cabeza su “Manifiesto de Guernika”– pasando más tarde, el segundo, por las filas de 091. A ellos se suman Guillermo Grovetto como vocalista, Cesar Rodríguez en la guitarra y Antonio Cervera a la batería. Quäsar, que se definen a sí mismos como unos auténticos locos medicados tan solo con altas dosis de curiosidad, presentan el disco “Eclipse parcial de lunas”, titulo espejo del poema de Lorca “Prado mortal de lunas”, bajo el subsello Rock de kasba 2012. Este primer trabajo es un EP con 12 cortes, o más bien sugerencias a modo de anticipo y presentación de un proyecto global mucho más ambicioso que será “Eclipse”, disco argumental que constará de cuatro CDS y un total de cuarenta temas que en esencia, suponen una reflexión sobre el siglo XX y una profunda radiografía del mundo que hemos mamado hasta la fecha. La eterna vinculación obsesiva de los metafísicos hermanos Arias con la astrofísica, las galaxias musicales y los multiversos, fechan el origen de este proyecto allá por 1992, aunque la participación de Jesús en la creación del disco «Omega» (Lagartija Nick – Enrique Morente 1996) polstergó su materialización. Recordemos de paso que «Omega» es considerada por todos como una de las obras más arriesgadas y transgresoras de toda la historia de la música en español, de manera que los Quäsar la reivindican como el germen de todo y un referente en España. Sin fe en las etiquetas musicales ni los matasellos publicitarios, en este disco Quäsar, mas que fusión o mestizaje sin más, trabajan acertadamente y con respeto desde el punk rock más duro al flamenco más puro, pasando por otros sonidos de raíz, incluso música sinfónica, poesía árabe y sonido industrial con añadidos de voces, ruidos y otras confusiones y ambientes a cual más imaginativo y curioso; consiguiendo para regocijo musicopático que las canciones en directo resulten incluso más brutales que en la propia grabación, que ya es decir; además de luchar por principio contra los McDonald’s discográficos y su lamentable comida sonora basura, que pretenden que la música sea de consumo rápido y fácil de olvidar, algo que jamás sucede con las obras maestras. “Eclipse parcial de lunas” será dentro...

Leer más
-
-
Ir a la barra de herramientas