"Cantes de Málaga", una nueva muestra de locura por el flamenco
Jul01

"Cantes de Málaga", una nueva muestra de locura por el flamenco

El XVII Encuentro Anual de Peñas Flamencas de Málaga, celebrado recientemente en el municipio de Guaro, sirvió de marco para la presentación del disco que analizamos hoy en El Musiquiátrico. Denominado «Cantes de Málaga», este trabajo colectivo será con seguridad la dosis que, en forma de recopilación, los aficionados al flamenco precisen para echar un vistazo a las raíces o conocer el amplio desarrollo que este arte ha tenido en la provincia. De esta forma, en Guaro pudo contemplarse, además de una sugerente luna a la que algunos musicópatas no podemos resistirnos, el alarde de hilaridad del alcalde del pueblo, propio de Harpo Marx y ejemplo de la preparación de que gozan nuestros mandatarios, y una breve muestra de lo que encontraremos en «Cantes de Málaga». Así, Antonio de Canillas, a sus 82 años, demostró una vez más ser el flamenco más lúcido y surrealista de la provincia. Acompañado de José Valdivia al toque, fue capaz de rematar un chiste cantando por tangos del Piyayo para luego trasladarnos a la pena más absoluta con una milonga. También se dejó ver Antonia Contreras con un inspirado Ismael Rueda, siendo la segunda cantaora que participa en el disco presente en Guaro junto a otros artistas como Diego Reyes. Entretanto, el equipo médico enviado por El Musiquiátrico a la cita tuvo el gusto de coincidir en la barra con El Pibri de Álora, singular cantaor que, pese a no subirse al escenario, prometió pasar a ocupar en breve una de nuestras celdas acolchadas. Además de ellos, en «Cantes de Málaga» toman parte Virginia Gámez, profunda conocedora pese a su juventud del abanico de palos oriundos de estas tierras, Bonela Hijo, Paqui Corpas y Rocío Bazán. Mientras, en la nómina de tocaores figuran Gabriel Cabrera, Chaparro de Málaga, Andrés Cansino, Pepe Fernández, José Juan Pantoja y Curro de María. Con la obsesiva –y loable- idea de compartir, difundir y preservar estos cantes, en el proyecto, que no hubiera sido posible sin la colaboración de los que conforman la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Málaga, podemos encontrar, entre otros, palos como los verdiales, la rondeña, el jabegote y por supuesto la malagueña en sus múltiples y personales variantes. Un trabajo que demuestra que la musicopatía avanza en el flamenco, a veces lacrado por absurdas rivalidades o inmersiones de los políticos. Esperemos que cunda el ejemplo....

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Tomás de Perrate, jondura surrealista
Jun22

Tomás de Perrate, jondura surrealista

Capaz de hacer unos tangos de Málaga (los «Tangos del Piyayo«) con una base reggae y embelesar. Meter «Un vestido y un amor» (adaptada como «Te Vi«) de Fito Páez en clave flamenca y no perder el aire antiguo, rancio, profundo, que caracteriza su cante. Tomás de Perrate, nuestro paciente de hoy, es un cantaor utrerano cuya musicopatía lo ha llevado a adelantarse a su tiempo, síntoma que puede provocar un destierro casi definitivo en el flamenco aunque en esta época las tensiones se estén relajando mientras, para mal o para bien, se difuminan sus fronteras. No obstante, pese a ser un abanderado del surrealismo procedente de una familia de leyenda, las de Perrate están donde él se las ponga, y el tiempo habrá de reconocerle su labor. Curiosamente, «Infundio», concepto que da título a su último disco, es clave para entender mejor esa locura inherente al flamenco. Definido por la RAE como «mentira, patraña o noticia falsa, generalmente tendenciosa«, el infundio va más allá si lo trasladamos al ámbito del flamenco. Es la absurdez perenne o el comportamiento extravagante de los que lo abrazan como religión. La gracia momentánea para hacer reír a los compadres aún con los ojos nublados por la pena, a la que se repudia por un momento. Así es el flamenco y ésta es su sintomatología, como diría Matías Prats. Versos como «si siempre fuimos los malos, llevamos la cruz de vivir intensamente» en el tema que da título al disco y que se nos presenta como otro palo del flamenco son sin lugar a dudas un anticipo del espíritu de este cantaor tan guasón como consciente de los tiempos que vivimos. Tomás de Perrate es peluquero, pues pese a sus devaneos con la locura sabe bien que el surrealismo no da de comer. Exceptuando, naturalmente, a algunos surrealistas de éxito. Tanto, que sublimaron la plata y arrinconaron al arte para ser, probablemente, los más ricos del cementerio. Pero ésa es otra historia. La del artista que nos ocupa arranca en 1964, año de su nacimiento, aunque habría que esperar a 1999 para que se decidiera a participar en alguna grabación, cosa que ocurrió con el disco colectivo «Navidad en Utrera». Tras participar con éxito, como cantaor o responsable, en diversos espectáculos y recibir el Giraldillo de la Bienal de Flamenco de Sevilla como artista revelación en 2002, no publica su primer álbum hasta 2005, momento en que sale a la calle «Perraterías». Un trabajo producido por el inefable Ricardo Pachón que arranca con ese reggae tan jondo como fresco y en el que diversos instrumentos ajenos en principio al flamenco se van incorporando...

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El Festival Torre del Cante celebra una nueva edición

Recomendable dosis de flamenco desde Alhaurín de la Torre Como cada año, los adictos al flamenco esperan con ansia la llegada del verano para que, animados por sus temperaturas, arranquen los festivales, especialmente en el sur de España, para recibir con ellos esas dosis de jondura que conviene degustar en vivo. El primero, o el más señalado de los primeros, viene a ser el que acoge el municipio malagueño de Alhaurín de la Torre que se celebra el 16 de Junio. Y es que, pese a ser conocido principalmente por acoger también en su prisión a cargos públicos de toda la costa, este singular pueblo cuenta con el Festival Torre del Cante, que cumple nada menos que treinta y nueve ediciones. Con un singular cartel, en el que aparece dibujado el legendario Moraíto Chico, en Alhaurín se darán cita entre otros Pansequito, Capullo de Jerez, Marina Heredia o Miguel de Tena. Del primero, al que acompañará el habitual y solvente Diego Amaya, poco hay que decir. Veterano perteneciente a la generación de Camarón, jondo, añejo y abrumador por bulerías, un old school que sin embargo no deja de renovarse ni deja indiferente. Por su parte, Capullo de Jerez, junto al que estará otro ilustre representante del toque jerezano, Niño Jero, es sin lugar a dudas uno de los artistas que más a pecho lleva esa locura que se asocia al flamenco tanto sobre las tablas como fuera de ellas. Puro espectáculo y compás, aunque imprevisible y polémico, el Capullo se entrega como pocos con la soleá, la bulería o los tangos, si bien fuera de esos palos le cuesta desenvolverse. Mientras, Marina Heredia y Miguel de Tena, con el toque de El Bola y Antonio de Patrocinio Hijo, son dos talentosos jóvenes que van abriéndose camino en este complicado y a veces surreal mundo del flamenco que también dan lustre a un cartel completado por Luis Perdiguero y Esther Merino, junto a los que estarán Antonio Higuero y Luis Cansino. Finalmente, el baile en el festival, que tendrá lugar en la Finca Municipal El Portón a partir de las 22:30 horas, correrá por cuenta de Luisa Palicio....

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Kiko Veneno: 20 años echando de menos el 'cantecito'

El artista de Figueras revisita su obra cumbre en el vigésimo aniversario de su lanzamiento José María López Sanfeliu , ese catalán fino -que de tan fino parece sevillano-  habitualmente conocido como  Kiko Veneno,  tiene, como mínimo, dos razones para que le consideremos digno de los pabellones de nuestro vetusto Musiquiátrico. La primera, de la que ya hablamos largo y tendido en su momento, se refiere a su decisiva influencia en dos discos fundamentales de la música española: ‘Veneno’, del grupo homónimo que lideró durante su breve pero intensa existencia junto a los hermanos Amador;  y por supuesto, ‘La Leyenda del Tiempo’ de Camarón,  del que es responsable, entre otras, de la mítica ‘Volando Voy’. La segunda es el conjunto de enormes canciones que componen ‘Échate un cantecito‘, cima musical de su carrera en solitario y disco del que justo ahora se cumplen 20 años desde su lanzamiento. Corría el año 1992 y mientras ese mentiroso escaparate que fue la Expo se consumaba en la cartuja de Sevilla, el bueno de Kiko huía a Londres de la mano de Santiago Auserón a preparar su último cartucho, un disco que tras los fracasos de ‘Seré mecánico por ti’ o      ‘Pequeño salvaje’ debía devolverle a la música o retirarle para siempre. Lo que siguió a la publicación de este disco es bien conocido. Rotundo éxito de unas canciones que se convirtieron en la feliz banda sonora de toda una generación y que ahora, 20 años después y al tiempo que se derrumban a nuestro alrededor muchas de las esperanzas que germinaban ese mismo año 92, Kiko vuelve a editar con algunos añadidos. Concretamente, esta reedición de las canciones originales que componían el ‘Échate un cantecito‘, nos sorprende, además, con un curioso recuerdo de la grabación de este mítico disco. Se trata del facsímil de un diario del proceso creativo en Londres en aquellos días, dónde el ex-componente de Veneno nos desvela las preocupaciones, esperanzas y situaciones que rodearon la grabación del mismo en los estudios Moody de la capital británica. Por otro lado, como viene siendo habitual al volver a editar un trabajo ya realizado, se ha incluido material inédito, como dos versiones distintas de ‘Superhéroes de Barrio’ y ‘En un mercedes Blanco’ (con letras diferentes a las que mil veces hemos escuchado), así como las maquetas de otros temas, como ‘Fuego’. Aprovechando la oportunidad, se rescatan las versiones que se grabaron en su momento para el disco ‘Puro Veneno’:  ‘Lobo López’ con Andrés Calamaro, ‘En un mercedes blanco’ con María Jiménez o ‘Reir y Llorar’, cantada a medias con Albert Plá. Por último, también se ha colado un rémix ¿dance?...

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Nusrat Fateh Ali Khan | El espíritu del Flamenco viene de Paquistán

La música Qawwali, música tradicional islamista sufí, nos desvela la raiz del flamenco Los caminos del señor son inescrutables, ya que nunca podrás saber dónde estará el siguiente Doctor en Musiquiatría. Era una madrugada de viernes, y no había cenado, cuando conocí, mientras deglutía un Kebab, a uno de los pilares de la música religiosa paquistaní: Nusrat Fateh Ali Khan. Nunca pude imaginar que al mismo tiempo descubriría las raices del flamenco español. Quién me iba a decir, que la inspiración vendría con salsa de yogur. Puede parecer osado que en el Musiquiátrico hablemos de música religiosa, más aún si es música sufí, proveniente de Paquistán, la cuna de todo cuanto va en contra de la civilización occidental (Según George Bush). Pero como ya hemos dicho mil veces, el Musiquiátrico no hace distinción en cuanto sexo, raza o religión, sólo distingue entre buena y mala música. Y esta os aseguramos que es muy buena. Nusrat Fateh Ali Khan proviene de la familia con mayor tradición en el canto qawwali. Proveniente de Afganistán, la familia Alí Khan lleva más de 600 años transmitiendo el conocimiento y la cultura religiosa a través de la música tradicional sufí. Como la mayoría de los músicos procedentes del sudoeste asiático, Nusrat sería un completo desconocido en el resto del mundo de no ser por un encuentro casual con un productor europeo. En esta ocasión la fama mundial sonrió a Nusrat cuando conoció al británico Peter Gabriel, cantante de los míticos Génesis y creador del festival de músicas del mundo Womad. Hace algún tiempo, hablábamos en el Musiquiátrico de Ravi Shankar y su familia, y las conexiones que la música hindú tenía con el flamenco español. Dos culturas diametralmente opuestas, dos estilos de vida completamente diferentes, y un sentido común del ritmo y la música. Con la música qawwali nos ha pasado lo mismo. Encontramos en la música de Nusrat Fateh una raiz compartida con el flamenco, una base común que proviene de la parte más ancestral de la música. Si con Shankar apreciábamos similitudes entre el sitar y la guitarra flamenca, en la música sufí encontramos la entonación, los ritmos y las estructuras de los cantes flamencos. No es de extrañar por tanto, que el pueblo romaní europeo mantenga que su cultura proviene de la India, y en Nusrat encontramos un claro ejemplo de ello. No obstante, no ha sido Nusrat Fateh, sino su predecesor, Faiz Ali Faiz quien ha fusionado de manera magistral la música religiosa paquistaní y el flamenco en su disco Qawwali Flamenco. En este disco participan entre otros Miguel Poveda, Juan Cortés «Duquende» y Juan «Chicuelo» Gomez. Hay momentos en...

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