ISO
May04

ISO

Algunos estaréis familiarizados con el término ISO referente a la informática que, por definición, se refiere a una copia o imagen exacta de un fichero o grupo de ficheros. Pero no venimos a referirnos a esto, aunque sí guarda cierta relación. En la actualidad, me encuentro inmerso en la investigación sobre la Musicoterapia en el ámbito educativo. A raíz de esta investigación y de la curiosidad previa, me planteaba cuáles pueden ser las conexiones que se establecen entre la música y la mente, ¿por qué se nos ponen los vellos de punta al escuchar aquella canción?, ¿por qué la música amansa a las fieras? (o eso dicen), ¿por qué Hans Christian Andersen dijo «dónde fracasan las palabras, habla la música»? Queda patente una tradición popular de este efecto directo de la música sobre el ser humano. Incluso diferentes estudios nos exponen cómo la música ejerce una influencia directa y se utiliza para condicionarnos en nuestro consumo: música clásica para gastar más en restaurantes, músicas rápidas y lentas alternadas para condicionar la productividad de los empleados, o de volumen elevado para consumir más (evitando las conversaciones) en los bares de copas, entre otras que podéis revisar en el siguiente artículo ( http://moodmixes.es/advice ). Pero retomemos el concepto ISO. Rolando Benenzon es una eminencia en la disciplina de la Musicoterapia, y os animo a consultar cualquiera de sus escritos si estáis interesados en ella. Este autor es el que nos define el concepto ISO, que viene a ser algo así como hacer coincidir el tempo de la música con el tempo mental. Las finalidades de esta conexión son innumerables. Desgraciadamente, en esta sociedad de consumo, se han establecido previamente cuáles pueden ser los beneficios que aporten al enriquecimiento de los negocios como se describe en el artículo citado anteriormente. Las posibilidades para la educación, la rehabilitación e, incluso, el condicionamiento prenatal que supone el uso de la música (y de los sonidos) también abarca un amplio campo. Pero de forma individual, y mayoritariamente inconsciente, cada uno de nosotros aplica el concepto ISO de la Musicoterapia consigo mismo. Acaso para hacer ejercicio explosivo ¿no buscamos ese temazo trallero pasado de revoluciones?, en los momentos de tranquilidad ¿cierto que le damos al play a aquella pieza que consideramos gran obra musical por excelencia?  ¿y esa letra melancólica a la que recurrimos en nuestros momentos de tristeza? Cada vez que acudimos intencionadamente a una pieza musical, nos estamos auto-aplicando el principio ISO de la Musicoterapia. Estamos conectando nuestro tempo mental con el de la canción para sentirnos arropados por los fenómenos musicales, para prolongar o evitar un estado anímico. Cuando un bebé busca apoyarse en el...

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La Guitarra de cerámica o cómo vender hoy en día un grupo de Rockabilly
May03

La Guitarra de cerámica o cómo vender hoy en día un grupo de Rockabilly

Los Lobos Negros fueron una formación de Talavera de la Reina que a mediados de los años 80 sonaron bastante en el mundillo del Rock y el Rockabilly. Tras ir perdiendo peso, hoy, los Lobos Negros vuelven a sonar en las radios y televisiones de España, pero no por su música, sino por que Luis Martín, cantante y creador de la banda, ha diseñado junto a un maestro alfarero y un Luthier la primera guitarra de cerámica del mundo. La noticia ha sido acogida en el mundo musical como una revolución, dicen que la guitarra suena a Blues auténtico porque (según palabras de Jesús Ordovás antiguo presentador de Diario Pop – Radio 3) “Talavera tiene las mismas condiciones ambientales que Memphis o que Misisipi”. Lo cierto y lo fijo es que la SGAE ya ha metido sus zarpas en el asunto, y eso le va a venir de perlas a un grupo como los Lobos Negros, que ya han editado el primer disco del mundo en el que suena una guitarra de cerámica. Aquí un vídeo donde aparece la famosa guitarra, eso sí, vídeos donde la toquen en directo para que podamos valorar y comparar su sonido con otra cualquiera, no he encontrado ninguno. Seguiremos...

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La revolución no será televisada pero será cantada
Nov07

La revolución no será televisada pero será cantada

En el Musiquiátrico ya hemos prestado atención a actos protesta de musicópatas de todo el mundo, como el de las Pussy Riot que tanto dieron y darán que hablar, o el de Javier Krahe, que aún sigue oliendo en la cocina. Pero hoy nos vamos a centrar en auténticos himnos que han recorrido el mundo, denunciando las injusticias llevadas a cabo por los mandatarios. Muchos murieron por defender sus ideales, por luchar contra la opresión y la injusticia, y otros muchos tuvieron que abandonar su hogar por pensar de manera prohibida. En esta recopilación no están todos los que son, pero son todos los que están, revolucionarios que lucharon con el arma más poderosa: abrir los ojos al pueblo. Existen muchas maneras de someter a un pueblo. Los peores dictadores se refugiaban en falsas democracias, y creaban su propia verdad a partir de la mentira y la manipulación. Latinoamérica sabe como nadie de lo que estoy hablando, aunque no son los únicos, ya que hoy en día esto es habitual a lo largo y ancho del globo terráqueo. Sin embargo, cada dictador, cada general, cada comandante, cada uno de los presidentes de gobierno y primeros ministros de todos y cada uno de los países del mundo temen a la misma cosa, La Verdad, y sobre todo, tienen miedo de quién la cuenta. Uno de esos hombres que provocaron el miedo en sus mandatarios fue el eterno revolucionario chileno Victor Jara, torturado y asesinado por las fuerzas de represión de Augusto Pinochet, que cantaba usando palabras de Emiliano Zapata, «sólo quiero Tierra y Libertad«. Victor Jara fue asesinado por las fuerzas de Pinochet en el Estadio Chile en septiembre de 1973. Uno de los grandes himnos de la revolución de los pueblos lo engalonó Quilapayun, también chilenos, exiliados de su país en 1973, con la entrada al poder de Augusto Pinochet. La historia de Quilapayun estuvo íntimamente ligada a la de Víctor Jara, y su destino hubiese sido el mismo, de no ser por que la misma semana del golpe de estado y represión posterior de Pinochet, Quilapayun estaba dando un concierto en Francia, donde empezó su exilio forzado hasta 1989. Su himno de cabecera, «el pueblo unido jamás será vencido» desató una batalla campal durante su concierto en el Festival de Viña del Mar en 1973. Ese día, semanas antes del golpe de estado, el país estaba dividido entre los que apoyaban a Pinochet, y los que se oponían a él, la mayoría seguidores de Quilapayun y Victor Jara. El festival tuvo que ser suspendido por la batalla campal que se desató en el público al oir la música...

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SPK: el enfermero y el paciente. La enfermedad y la muerte
Oct30

SPK: el enfermero y el paciente. La enfermedad y la muerte

El origen de la banda, siendo como es el más rabiosamente original de cuántos se conozcan, no podría resultarnos más jugoso: hacia 1978, en un hospital psiquiátrico de Sidney, el enfermero Graeme Revell (aka Operator, Olivion o EMS AKS) y el paciente Neil Hill (aka Ne/H/il) empezaron a componer las primeras canciones como parte de un experimento homeopático a través de la música. Ingredientes punitivos de la locura, enfermero y paciente toman el punk rock menos clásico que solapan, casi siempre, con densas capas de sintetizadores y otras grabaciones variopintas. Desde un principio, las espantosas y precarias imágenes de operaciones y deterioro corporal se convirtieron en la inmejorable guinda a la batidora sonora en la que los SPK mezclaron sabiamente, imbuidos de un profundo ramalazo experimental, multitud de inframusicales texturas: fundamentalmente, el avant-garde, el hard EBM, el batcave y el synthpop. Esto es, el más puro noise. Aunque siempre jugaron al despiste con su nombre e hicieron pensar frecuentemente que éste podía significar o bien Surgical Penis Klinik o bien Selective Pornography Kontrol o bien Special Programming Korps, parece ser que los SPK adoptaron estas tres letras por influencia directa del Colectivo Socialista de Pacientes (acrónimo SPK en la lengua de Von Bismarck), una organización izquierdista de médicos, enfermeros, alumnos y  pacientes psiquiátricos de la Policlínica de la Universidad de Heidelberg. Tal colectivo, fundado por Wolfgang Huber y activo entre 1970 y 1971, mezcló marxismo y antipsiquiatría y combatió a la medicina endiosada y a los médicos conformistas (arribistas de la enfermedad, los llamarán) como enemigos de clase, poniendo el dedo en la llaga sobre la Realidad, la Verdad y la Legalidad Psíquica impuestas por la burguesía. Identificando en el capitalismo la causa primera y última de las enfermedades físicas y mentales, declararán: El sistema nos ha enfermado. Vamos a dar el golpe de muerte al sistema enfermo. Así las cosas, el acrónimo SPK resultaba perfecto como nombre para los planes musicales del enfermero Revell y del paciente Hill. La idea estaba clara: usar la enfermedad capitalista por excelencia como arma contra la sociedad capitalista misma. Devolvérsela. En directo, el grupo devenía en catarsis, en colectivo electro shock, en gerusía residual, infumable por momentos pero generalmente imbatible; una mixtura de sintetizadores y taladros y botellas y cadenas y motosierras y rotaflexs que sueltan chispas y tubos de hierro que golpean, al caer, contra más tubos de hierros. Sobre esa base atronadora, Hill suele cantar, musicalizándolos o no, extractos de textos de otros míticos de la ilegalidad psíquica: Genet y Foucault, fundamentalmente. También habla profusamente de la III Guerra Mundial. Su primer larga duración (Information overload Unit, 1981), grabado -literalmente-...

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